Un día eres joven, y otro día te hace falta un camión de mudanza para ir a la playa. Junto con el dormir, es el otro gran cambio de la paternidad. El paradigma de que realmente, ya nada volverá a ser igual.
«¿Cuándo sabes que tu vida ha cambiado por completo después de ser padre? Cuando vas a la playa»
Porque, párate un momento. ¿Recuerdas qué era ir a la playa? ¿Recuerdas cómo todo lo que necesitabas te entraba en una bolsa? ¿Recuerdas cómo ir a la playa te costaba solo 10 minutos? ¿Recuerdas esa sensación de tumbarte en la arena después de un baño, cerrar los ojos y secarte al sol? ¿Lo recuerdas? Pues eso es lo que queda. Un bonito recuerdo.
LA PLAYA CON NIÑOS
Entonces tienes hijos. Y hay que ir a la playa. Tengo la suerte, o la desgracia, que también puede ser, de vivir en una ciudad con mar. Entonces te ves casi obligado a llevarles. De hecho la gente te dice ¿no les llevas a la playa? Y yo, sonrió. Y digo que sí que por supuesto. Porque vamos bastante menos de lo que les gustaría a mis hijos y mucho más de lo que yo querría.
No exagero. He preguntado a mi alrededor y muchos padres comparten este sentimiento. Ese en el que sabes que vas a pasar más tiempo preparando lo que necesitas, barriendo la arena, recogiendo todo lo que has llevado y bañando a los niños que en la playa.
No es para tanto
Ya os digo yo que es para tanto. Así de ligeros vamos los padres de hoy en día a la playa:
1. Toallas para todos. En mi caso 4.
2. Bañadores de repuesto. En mi caso 6.
3. Cremas solares. Las de niños y las de adultos.
4. Sombrilla.
5. Iglú.
6. Meriendas.
7. Aguas. Muchas. La sequía empieza nada más salir del portal.
8. Ropa de repuesto para cada niño por si se manchan/mojan/hacen pipí.
9. Bolsas para los jueguetes que llevan mis hijos y vuelven llenos de arena.
10. Bolsas para los restos de todo lo que comen.
11. Bolsas para la ropa húmeda.
12. Cubos y palas y demás artilugios para jugar.
13. Gafas de buceo.
14. Manguitos.
15. Carrito de bebé
Todo esto, hay que colocarlo estratégicamente para que ocupe el menor espacio posible. He visto una opción en algunas playas… que no descarto para meter todo esto:
Ideal para llevar todo. Existe. Se vende en Amazon.
Si queréis ideas de más cositas para la playa, os dejo este enlace de Nueve Meses y Un Día Después. Un post tronchante de cosas para llevar.
¿COMO HACERLO MAS LLEVADERO? CONSEJOS REALISTAS
¿Soy muy negativa? No. Soy realista. Claro que voy que la playa con mis hijos. Por supuesto que hay ratos que disfruto muchísimo. Pero he rebajado mis expectativas. Y estos son mis consejos para los padres, valientes, que van a la playa:
No lleves un libro. Ni revista. Ni nada. Así pues, la playa, con niños, es por y para ellos.
Mucha paciencia… y ser feliz a través de ellos. Los niños son inmensamente felices. Yo intento contagiarme de ellos.
Llevar lo menos posible…. menos llevas, menos arena vuelve a casa.
Compensar. Para no vivir enfadados todo el verano, en mi casa compensamos la playa, con los lagos o ríos que es lo que a mí me gusta y me da paz. Y no hay arena.
Y si pasa un carrito – chiringuito con mojitos… pues ¡mejor!
Algo así, alegra la vida.
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