Acabamos de volver de nuestras vacaciones anuales en Sanlúcar de Barrameda y han sido bastante intensas. En la práctica, eran la primera salida que hacíamos los 4 juntos. El año pasado estuvimos, pero Valeria aún era un bebé, tenía solo 8 meses. Este año, con un niño de 6 años y una niña de 20 meses, las cosas han cambiado ¡y mucho!
Todo ha sido como una constante montaña rusa. Un niño queriendo una cosa… la otra queriendo otra diferente. No obstante, creo que hemos sido capaces de ajustarnos todos bastante bien. Iba a decir… hemos descansado… pero casi mejor voy a decir ¡nos hemos relajado! Estas vacaciones tan familiares me han dado la oportunidad de aprender un montón de cosas; de mis hijos, de mi marido, de nuestra familia y de mí misma.
¿QUÉ HE APRENDIDO ESTAS VACACIONES?
- MENOS ES MAS. En el equipaje, hemos llevado todos menos cosas. Yo soy bastante aparatosa con las maletas, lo que necesito etc… pero este año, como hice todo con más prisa, olvidé varias cosas. Y no ha pasado nada. Aún así, el coche iba ¡hasta arriba! Hemos vuelto a aprender y el año que viene, todavía menos cosas.
- LA COMIDA. Los niños han comido bien todos los días. Mi hijo, sin comedor, y sin tanta preparación como en casa, ha aprendido a comer más cosas en restaurantes y a amoldarse a lo que hay. Quizá no haya comido todo lo equilibrado que comería en casa o en el colegio, pero son vacaciones. Y en vacaciones, peleas las justas. Mi hija, ha comido su puré diario y ha probado y comido de todo lo de los demás.
- LOS HORARIOS. En esto ha habido flexibilidad total. Los horarios de siestas, comidas y nocturnos se han acoplado al plan que tuviéramos. No nos hemos ido de discoteca, pero hemos salido varias veces a cenar, y la niña, que es la que antes se acuesta siempre, se lo ha pasado genial. ¡Fiesta para todos!
- A DISFRUTAR. A una «freak controller» y organizadora de eventos como yo, le cuesta no tener todo en un planning. Estas vacaciones, he hecho un ejercicio de dejarme llevar. De no pensar tanto y disfrutar de ver la vida pasar.
- A NO TENER EXPECTATIVAS. Normalmente, en otras ocasiones, pensaba en hacer esto o lo otro de vacaciones. En estas vacaciones, lo único que quería era tiempo con mi familia. Y todo lo extra que he conseguido hacer, me ha parecido ¡maravilloso! Por ejemplo… fuimos a visitar la Playa de los Alemanes en Zahara de los Atunes. Es mi playa favorita, pero está a 140 kilómetros de Sanlúcar y es complicado aparcar y bajar a la playa. Nos animamos y acabamos pasando el día allí. Fui muy feliz.
- LO VALIOSO DE ESTAR LOS 4 SOLOS. En nuestra vida diaria, además de por el trabajo, pasamos muy poco tiempo los 4 solos. Solemos estar mucho con amigos y con la familia los fines de semana. Estos 10 días de inmersión familiar han sido muy intensos pero también muy especiales. Los niños han aprendido a jugar juntos, y se han entretenido bastante, considerando la diferencia de edad. Hemos vivido momentos maravillosos en los que ellos interactuaban. También hemos pasado momentos preciosos los 4 en la playa, o en la piscina.
- QUE LAS VACACIONES, DE MOMENTO, SON PARA ELLOS. Es una realidad. Lo contaba en mi post sobre «Consejos para vacaciones con niños» , que ya no son lo que eran antes de ser padres. Ya en la vida diaria casi todo nuestro tiempo y pensamientos giran en torno a nuestros hijos, en vacaciones diría que es casi el 100% del tiempo. La planificación, los destinos… creo que todo va enfocado en que ellos estén bien y se diviertan. La clave es aprender a disfrutar también a través de nuestros niños. Eso no significa que no podamos hacer otras cosas, que nosotros las hacemos, y mucho, pero por regla general, todo va pensado para ellos.
- LA IMPORTANCIA DE SER UN EQUIPO. Mi marido ha sido mi 50% estas vacaciones. Cada uno en nuestras parcelas, hemos compartido la atención que necesitaban nuestros hijos. Nos hemos regalado momentos el uno para el otro. Nos hemos dejado descansar, y nos hemos cuidado. ¡No puedo estar más agradecida!
- LO AFORTUNADA QUE SOY. De la familia que tengo. De lo bien que están los niños. De la suerte de poder ir de vacaciones. Damos muchas cosas por sentado en la vida. Y a veces, conviene hacer un ejercicio de agradecimiento por todo lo bueno que tenemos. Yo lo he hecho estas vacaciones.
- QUE NO SÉ SI VENDRÁ UN TERCER HIJO. Estos dos niños «intensos» que tenemos nos tienen al papá y a mí «consumidos. Además de hechos probados como la superioridad numérica (2 adultos vs 3 niños) o que solo tengo 2 brazos para sujetar a 3 niños… existe también un componente emocional. No sé si tengo fuerzas para empezar otra vez.. ¡e irnos de vacaciones con uno más en la maleta! Pero… la idea me sigue persiguiendo…
En definitiva, y lo más importante para mí estas vacaciones ha sido el poder estar los 4 juntos y solos, y entender lo afortunada que soy. Con todo. Ahora… las próximas grandes vacaciones, en Semana Santa 2019 con nuestros amigos. ¡No puedo esperar!
Nueve meses y un día después
agosto 20, 2018Oleeee, pues qué bien. Me alegro un montón. Yo estoy echando mucho de menos unos días nosotros solos. El año que viene será.