Hace 2 años, me ofrecieron un proyecto laboral muy interesante en Madrid. Era un proyecto estable, una buena oportunidad. Implicaba estar de manera permanente en la ciudad, pero me permitía la flexibilidad de ir y venir como yo me organizara. Tenía 15 días al mes de teletrabajo organizados según mis necesidades. Con un niño de 2 años y medio, viviendo a 500 kilómetros, y con la experiencia de haber estado ya sin él en 2 proyectos anteriores en Madrid y México, estuve a punto de decir que no. No quería dejarle. Me parecía aún muy pequeño, pero si me lo llevaba, me iba a ser muy difícil organizarme yo sola con el niño en allí. Afortunadamente, mi marido, el hombre del «no hay nada imposible» me animó a buscar la solución. Y ésta vino cuando una de mis mejores amigas me sugirió que cogiéramos una au-pair.
Según Wikipedia, la definición de au-pair es : «una palabra francesa usada para denominar a la persona acogida temporalmente por una familia a cambio de un trabajo auxiliar, como cuidar a los niños; suele convivir con la familia receptora como un miembro más, y recibe una pequeña remuneración así como comida y alojamiento gratuitos; en la mayoría de los casos son estudiantes».
Recuerdo la aventura de conocer a Nikola con un cariño enorme. Nos registramos en la página que recomendaban todos los foros, Au-Pair World y pusimos un anuncio con lo que necesitábamos. Queríamos a alguien que nos inspirara confianza, que se comprometiera a estar 6 meses al menos con nosotros y que no le importase estar entre Madrid y San Sebastián. Nosotros le ofrecíamos vivir en familia, en dos casas familiares de ambas ciudades con habitación propia, paga y días libres.
Entrevistamos a varias chicas, pero la que más nos gustó fue Nikola. Así que en 3 semanas estaba en nuestra casa.
Seguramente, Nikola y yo hicimos en 6 meses más kilómetros de los que haremos en años. Cogimos, más de 10 veces con seguridad, el tren que unía Madrid con San Sebastián. Cuidó de Telmo como si fuera su hermanito pequeño. Juntas acompañamos a Telmo a su cole de Madrid el primer día, y ella le llevaba y le traía todos los días mientras yo trabajaba.
Fueron unos meses muy felices en los que ella se convirtió en parte de la familia, y a día de hoy, lo sigue siendo. Nunca nos despedimos, porque la vida nos ha juntado en varias ocasiones después.
A los 6 meses de que volviera a su país, la empresa para la que trabajaba en aquel momento, me ofreció dirigir un proyecto en México. De nuevo, no me quería separar de Telmo. Visto que tenía que estar 3 meses allí, llegué a un acuerdo con mis jefes para poder llevar a mi hijo y a Nikola. Y allí me acompañaron casi 2 meses que era el tiempo que ella podía estar y que coincidía con el tiempo que más atención podía prestarles, porque el último mes el proyecto me absorbió.
Desde entonces, cada verano nos visita y es maravilloso recibirla. La queremos muchísimo y es como si fuera nuestra hermana pequeña. Es cierto que nuestra experiencia fue excepcional y por eso quizá, se la recomiendo a todo el mundo. Aquí os dejo una lista de PROS y CONTRAS de tener una Au-Pair.
A FAVOR
- Enriquecimiento cultural. Aprendimos un montón con Nikola. Ella nos acercó la cultura y gastronomía de su país.
- Atención 100% al niño. Una au-pair está dedicada al cuidado exclusivamente de los niños.
- Idioma extranjero. Si lo que prima la familia es que los niños practiquen otro idioma, se puede seleccionar a la au-pair según la lengua que quiere la familia que hable. No fue nuestro caso, porque lo que queríamos era una persona que hablase castellano bien para que se pudiera comunicar con el entorno de Telmo, colegio, familia, amigos… ya que no era cuestión de un verano, si no de meses.
- Uno más en la familia. Durante ese tiempo, nos encantó tener a alguien nuevo en nuestra familia, porque de verdad, la incorporamos a ella.
- Tiempo libre. Con una persona permanentemente en casa, mi marido y yo nos organizábamos para salir más solos, y hacer planes que no podíamos por lo que nuestra calidad de vida aumentó.
EN CONTRA
- Una persona extraña en casa. Aunque Nikola fue maravillosa desde el día 1, tener a una persona más en casa merma la intimidad de la familia. No obstante, yo opino que si es por un tiempo limitado, no pasa nada. ¡Nosotros no hubiéramos quedado con Nikola para siempre!
- Desembolso económico. Una persona más en casa lo es para todo: comida, gastos cuando se sale, y su paga semanal. Yo sigo pensando que merece la pena, pero es un gasto.
- Factor suerte. Nosotros con Nikola tuvimos mucha suerte. Nos gustó mucho desde el inicio, pero después esa sensación fue a más. En cambio, después de Nikola tuvimos otra au-pair para cubrir el tiempo que nos hacía falta, y la sensación no fue tan buena.
¿Alguien más ha tenido una Au-Pair?
¿Cuál ha sido vuestra experiencia?
1 Response
MAMA EXPATRIADA. Cómo hacer cuando tienes hijos. - Mamasuperplus
noviembre 6, 2018[…] de todos los kilómetros que llevamos Telmo y yo encima. Ya os había contado algo de esto en el post que escribí sobre tener una au-pair en casa. Nosotros no hubiéramos podido pasar este trance sin […]